Una breve historia sobre el Karate

Una breve historia sobre el Karate

Autor: Sensei Simón D. Peraza M.

Existe un concepto popular y erróneo sobre las Artes Marciales en términos generales. Esta inadecuada interpretación de su significado obedece en gran medida a la indiscriminada violencia transmitida por medio de películas, en su mayoría sin fundamentos reales, y lo que es peor aún, por la aparición de los mal llamados deportes de contacto, léase “full contact”, “extreme fighting” o “shoot fighting”, entre tantos términos que se usan para una modalidad de combate sin restricciones, las cuales en mi opinión no representan en lo absoluto ninguna forma de arte.

¿Qué es un arte marcial?

Definamos algo casi intangible, el concepto de arte como la virtud, disposición o habilidad para hacer algo valiéndose de la materia, de la imagen, el sonido, la escritura o el movimiento; es la forma de expresar la creación de algo material o inmaterial cargado de un contenido profundamente humano.

Si nos referimos al término marcial debemos decir que estamos claros que nos referimos a lo relacionado con lo militar, pero a su vez con lo enérgico y rítmico.

Englobemos los dos conceptos, arte marcial, podemos entonces sugerir que un arte marcial es la expresión física, mental y espiritual de un arte de guerra. No obstante, es arte en la medida que es creativo, que es hermoso en su esencia misma y es marcial por su disciplina, su jerarquización vertical y porque su aplicación en última instancia culmina con la eliminación o control del oponente. Pero en realidad es a veces incomprensible cómo no confundir un arte marcial con un deporte como el boxeo; en verdad, para el que desconoce las artes marciales le es difícil diferenciar lo intangible que representan las artes marciales.

¿Artes de guerra? desarrollo del espiritu

El arte marcial, ya sea del Japón, China, Corea, Vietnam o la India, tiene en común no sólo sus orígenes sino también que son la expresión física, mental y espiritual de un arte de combate realizado por un individuo con una mente controlada y disciplinada, cuyo objetivo básico es el desarrollo personal y la “perfección del espíritu” por medio de la constante preparación. Es decir, el uso de la disciplina para el logro de metas más sublimes que la destrucción de un oponente. Aun cuando resulte paradójico, es el uso de “violencia física” controlada para alcanzar el equilibrio emocional y la paz interior, así como para lograr transmitir a los otros la belleza y la estética ocultando de forma casi imperceptible el devastador poder de las artes marciales.

Otro aspecto importante es que el aprendizaje de las artes marciales en forma adecuada es un encuentro con figuras ancestrales, y así como una partitura musical permite conservar momentos, vivencias y conocimientos que existen desde hace siglos y transmitidos por la lectura e interpretación de dichas partituras, las artes marciales conservan la expresión de movimientos creados por antepasados que aún en la actualidad nos recrean con su belleza lo que fue su ejecución en el pasado. Estos movimientos se denominan kata y existen en una forma preconcebida y casi inmutable como una forma de aprendizaje oral y visual, ya que durante mucho tiempo se prohibió dejar constancia escrita de su existencia por el temor a las represalias, ya que la enseñanza del karate era secreta, no existían las escuelas que ahora conocemos.

¿Donde inició el karate do?

India y China

Hace algunos siglos, un monje proveniente de la India, el renombrado monje budista Daruma Taishi (en japonés), también conocido como Bodhidharma, viajó de la India hacia China para difundir el budismo, en especial al monarca de la Dinastía Liang. Ese trayecto, aún peligroso y prolongado, obligaba al monje a desarrollar habilidades físicas, mentales y espirituales que le permitieran lograr su cometido. Daruma permaneció en un monasterio en China llamado Shaolin-szu y ahí impartió el budismo a otros monjes. La disciplina mental producía efectos graves en los monjes que, en parte, carecían de una preparación física que permitiera soportar dicha enseñanza. Por tal motivo, Daruma comenzó a impartir una disciplina física y mental que los convirtió en unos luchadores con una gran destreza aún reconocida en nuestros tiempos y que se denomina Chuan Fa o Kempo. No obstante, su conocimiento venía de grupos guerreros de la India que conocían un arte de combate conocido como Vajramushti.

Okinawa

La prefectura de Okinawa es la más austral de Japón y comprende una serie de 160 pequeñas islas (de las cuales sólo 44 están habitadas) que se encuentran en la parte sur de las islas Ryukyu, un archipiélago al suroeste de la isla de Kyushu y al noreste de la isla de Taiwán, y que integra la región de Kyushu. Esta prefectura es conocida por tener una historia y una cultura diferente a la del resto del Japón, ya que antiguamente era un reino independiente; así mismo, por su geografía y ambiente que se distinguen radicalmente de las islas principales. En esta prefectura se habla mayoritariamente el japonés, aunque un porcentaje de la población (sobre todo ancianos) habla las lenguas ryukyuenses, una familia de lenguas que tienen parentesco con el japonés, pero que no son consideradas como dialectos. Desde el año 605, los okinawenses reconocen a sus islas con el nombre de Ryukyu, antes llamada Uruma Yima o Azuma; es el año en que China se entera de la existencia de estas islas e inicia contactos.

Durante casi 200 años, los okinawenses sufrieron la prohibición del uso de armas de la época y se vieron en la obligación de desarrollar técnicas autóctonas de combate que mezclaron con el Kempo Chino y así enfrentaron tanto la opresión china como japonesa. Ese estilo de combate se conocía como Te-Do o mano de Okinawa. En el año 716, los japoneses se enteran de que Ryukyu estaba habitada, llamándolos Nantoyin (habitantes del sur).

El karate tiene su origen en China y la India, hacia el año 3000 a.C. Desde el siglo VI de nuestra era, las técnicas chinas se practican en Okinawa junto a técnicas locales. En el siglo XV, el rey Shoshin centraliza el poder en Shuri (Okinawa) y prohíbe el uso de las armas a la gente del pueblo.

En 1609, los japoneses invaden Okinawa, por lo que la población, despojada de sus armas, tuvo que enfrentarse a oponentes armados, sin tener más que las manos desnudas. Por este motivo, desarrollaron los sistemas de lucha sin armas, que acabaron convirtiéndose en un método de autodefensa que se llamó, simplemente, Te (literalmente: Mano), y al que los japoneses llamarían Okinawa-Te (la Mano de Okinawa). De hecho, la imposibilidad de conseguir armamento tradicional fue lo que posibilitó y estimuló el desarrollo del karate en Okinawa.

En sus comienzos, el karate se llamó simplemente «Te» (Mano). Cuando a finales del siglo diecinueve se incorporó su práctica como parte de los programas de educación física en las escuelas de Okinawa, y debido a su popularidad creciente dentro del Japón, se le renombró como «Karate» (Mano Vacía), para distinguirlo del «Tode», una forma de Mano originaria de China.

Los tres estilos originales de karate, desarrollados en las regiones de Shuri, Tomari y Naha, se llamaban respectivamente Shuri-Te (la Mano de Shuri), Naha-Te (la Mano de Naha), y el estilo Tomari-Te (la Mano de Tomari), el cual fue el más oculto y se dice que fue practicado más por pescadores. Hoy día existen numerosos estilos diferentes de karate, tanto en Okinawa como en el propio Japón, pero la mayoría deriva de estos tres estilos originarios.

Llegada del Karate a Japón

Es reconocido por historiadores de las artes marciales que el responsable de la llegada del karate al Japón fue Gichin Funakoshi (1869-1957), quien nació en Shuri, Okinawa. Estudió las formas antiguas de karate y, por su profesión de docente, viajó al Japón donde dictó conferencias y exhibiciones de este arte ante el Ministerio de Educación japonés. Con el tiempo se incorporó a las universidades y, a partir de entonces, nació también la Asociación Japonesa de Karate.

Es de hacer notar que, aun cuando se utiliza el término karate para definir un arte marcial, este no es un solo estilo, sino que a partir de las diferentes formas okinawenses los discípulos de aquellos antiguos maestros crearon muchos estilos o variaciones que actualmente se conocen y vale nombrar el Shito Ryu, Wado Ryu, Goju Ryu, Kyokushinkai y Shotokan, este último desarrollado por el Maestro Funakoshi.

Creo necesario desglosar el término Shotokan para valorar la importancia que se le otorgaba a los maestros en esa época. Shoto era el seudónimo con el cual firmaba Funakoshi sus poemas y la traducción no literal se corresponde con el sonido que produce el bambú cuando es movido por el viento. El término Kan se corresponde con sitio, lugar o recinto, de ahí que los discípulos de Funakoshi iban a practicar a la casa de Shoto, hecho que con el pasar de los años adquirió una connotación distinta y terminó considerándose como el nombre de un estilo.

La edad moderna del Karate do

Para concluir, se puede decir que el karate ha evolucionado desde el punto de vista técnico y deportivo, tanto que en ocasiones sus raíces se pierden en la parte deportiva y existen controversias en cuanto a si el karate debe ser un deporte o un arte. Pienso que su desarrollo da espacio para ambos conceptos siempre y cuando los instructores tengan una adecuada preparación intelectual y no exclusivamente técnica resumida al hecho de ganar o perder una competencia.

En resumen, la historia del karate puede dividirse en cinco etapas que marcan el desarrollo de las técnicas de combate sin armas:

  1. Período de intercambio comercial, cultural y religioso entre China – Imperio Ming (1372) y el Reino de Ryukyu.
  2. Período de la unificación de los tres reinos Ryukyu por el Rey Sho Hashi (1429) y la política restrictiva del uso de las armas.
  3. Ocupación del Reino de Kyushu (Okinawa) por el Señor Feudal Shimazu en 1609 y una nueva confiscación de armas.
  4. Incorporación de las enseñanzas del karate en las escuelas secundarias de Okinawa. Difusión del karate desde Okinawa hacia Japón.
  5. Desarrollo del karate en el Japón y su difusión hacia el mundo occidental.

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